Todavía recuerdo como si fuera ayer el día en el que finalmente me decidí a acudir a un estudio de tatuajes para tomar cita para el que sería, mi primer tatuaje. Tras meditarlo y darle muchas vueltas estaba preparado para marcar mi piel de por vida. Cinco años después, todavía no he olvidado aquellos días en los que todo fue nuevo para mí, el ruido de la máquina de tatuar, el dolor de la aguja al perforar la piel y toda la parafernalia que rodea al proceso de elaboración de un tatuaje.
A día de hoy, tengo prácticamente un brazo tatuado por completo mientras que en el otro ya ha caído el primer tatuaje. Y de ello me gustaría comentar en esta especie de reflexión personal, sobre si tras el primer tatuaje, el resto «vienen rodados». Si bien hay algunas personas que sólo se hacen un tatuaje, la verdad es que son mayoría las que acaban repitiendo.
¿Cuál será el motivo que lleva a las personas a marcar por una segunda, tercera o cuarta vez su piel? El hecho de hacerse un tatuaje es, entre otras cosas, tener que tomar una decisión muy profunda y personal que nos marcará (nunca mejor dicho) de por vida. Y aunque a día de hoy los tatuajes se pueden eliminar por completo gracias a la tecnología láser, se sigue partiendo de la base de que serán para toda la vida.
Ya sea para transmitir un mensaje o recordarnos a nosotros mismos un recuerdo determinado o etapa pasada de nuestras vidas, los tatuajes pueden o no tener un significado, es algo de lo que ya hemos debatido. Pero algo más tendrán que muchas personas acaban repitiendo. Y como bien sabrás (si alguna vez te has tatuado), es todo un proceso mediante el cual, su objetivo final es el de marcar algo en nuestra piel.
Elegir el diseño, el lugar de nuestro cuerpo en el que nos haremos el tatuaje y al propio tatuador en sí, son algunas de las decisiones que debemos tomar a la hora de hacernos un tatuaje. Y tú, ¿Has repetido tras hacerte tu primer tatuaje? Nos gustaría conocer las opiniones de nuestros lectores tatuados.