Ayer te hablé sobre los tatuajes maternales, donde las mujeres plasman la magia de la maternidad en su piel a través de un bonito tatuaje. Es cierto que las mujeres sienten un vínculo especial con sus hijos, ya que lo han tenido nueve meses en su interior, son ellas las que sufren los síntomas del embarazo y el dolor del parto, son ellas las que proporcionan la lactancia materna y son ellas las que sienten un vínculo especial. Pero la paternidad también existe y puede ser igual de fuerte.
La paternidad es muy importante para todos los niños y niñas del mundo, y son muchos los padres que actualmente luchan y cuidan de sus hijos igual que hace una madre. Esos roles obsoletos donde la mujer se hacía cargo única y exclusivamente de los niños está más que desfasado y ahora tanto padres como madres tienen un papel activo y vital para el desarrollo de los pequeños.
Con todo esto quiero decir que los padres también tienen un fuerte sentimiento de paternidad y quizá no sea igual que el de la madre, quizá sea diferente… pero existe y es de verdad. Por eso, muchos padres deciden plasmar este amor de padre por sus hijos con un tatuaje, para dejar claro que ellos, son lo más importante que hay en el mundo para ellos, sus hijos son el centro de sus vidas, ahora y siempre.
Hay padres que se tatúan el nombre de los hijos con su fecha de nacimiento, aunque también puede optar por tatuarse sus huellas, su rostro o un símbolo que muestre la unión que existe entre padres e hijos. Normalmente en los tatuajes paternales suelen ser bastante grandes, más que en el caso de las mujeres.
La razón no es que quieran más a sus hijos que las madres, simplemente que tienen un cuerpo más grande y para que se luzca y se vea bien es mejor que sea de mayor tamaño.