Si bien no entraremos en detalles sobre la relación que el mundo del tatuaje ha guardado desde sus orígenes con el mundo de la delincuencia y la «mala vida», está claro que hoy en día este hecho ya es cosa del pasado y en la actualidad llevar uno o varios tatuajes no son sinónimo de ser una mala persona. Lamentablemente para llegar a la situación de que muchas personas sigan teniendo esta idea sobre el arte del tatuaje, hay algunos tipos de tattoos que han influenciado en ello directamente. Por ejemplo, me refiero a los tatuajes asociados a los presidiaros.
Y es que, como bien sabemos y hemos comentado en alguna ocasión en Tatuantes, en según qué regiones del mundo, dentro de las cárceles existe un auténtico vocabulario y método de comunicación a través de los tatuajes. Dependiendo de los tatuajes que tengas y su situación en el cuerpo, estarás enviando un mensaje al resto de presos. A pesar de ello y como bien digo, no es el momento para hablar de ello, aunque sí trataremos un tipo de tattoo muy delicado.
Me refiero a los tatuajes de lágrimas y su significado. Son unos diseños profundamente simbólicos y, en caso de realizarse en su ubicación natural, es decir, justo bajo el ojo, debe de reflexionarse de manera muy meditada la decisión. No se debe tomar nunca a la ligera ya que es un tatuaje muy peculiar que puede llevar a la equivocación y traerte más de un problema, aunque no debería de ser así.
Como bien hemos dicho, los tatuajes de lágrimas son uno de ésos tattoos que han estado asociados al ámbito carcelario y la pertenencia a una banda delictiva organizada. Los tatuajes de lágrimas suelen tatuarse en el rabillo del ojo o en la propia mejilla debajo de él. Tradicionalmente representaban el tiempo que una persona pasó en prisión. Si bien, también se suelen tatuar para recordar que hemos atravesado un periodo muy doloroso y triste en nuestra vida.
Por otra parte, los tatuajes de lágrimas, dependiendo del número de lágrimas tatuadas, también pueden representar el número de individuos asesinados por el reo.
