Seguimos con nuestra particular serie de artículos en los que queremos darte a conocer los distintos tipos de máquina de tatuar que existen actualmente. Si en nuestro artículo anterior hablamos sobre la máquina rotativa, hoy queremos centrarnos en la de bobina o bobinas. Su propio nombre ya nos indica ante el tipo de máquina de tatuar que nos encontraremos. Recibe su nombre de los elementos que la componen.
Este tipo de máquinas están compuestas por una o varias bobinas así como con una armadura en barra. Hacen uso de electromagnetos para funcionar. Estas máquinas de tatuar son empleadas en su gran mayoría para delinear, hacer sombreados y/o rellenar. Las que son empleadas para delinear usan grupos de agujas con frecuencia ubicadas en un patrón circular para poder introducir la tinta en la piel de manera más efectiva.
Sin embargo y cuando las máquinas de tatuar de bobinas son empleadas para realizar sombreados, suelen hacer uso de componentes más pesados y una mayor cantidad de grupos de agujas más flexibles de lo habitual. También suelen tener unas bobinas más grandes que le otorgan de una mayor potencia. Ideal para tatuar áreas más extensas (tatuajes de mayor tamaño).
Por otra parte, me gustaría destacar un mito que existe en torno a este tipo de máquina de tatuar. Y es que las bobinas de la máquina pueden llegar a quemarse. Es falso. Una forma de que una bobina se dañe es si el alambre alrededor del núcleo de la misma se rompa. Esto interrumpirá el flujo de corriente produciendo un cortocircuito y, por lo tanto, la máquina no funcionará. Esta construcción básica no puede «quemarse» y no se dañará aún por trabajos pesados.
Funcionamiento de máquina de tatuar de bobinas.
Una de las principales virtudes que tienen este tipo de máquinas de tatuar (a parte de las citadas anteriormente), es que pueden personalizarse de diversas formas y es por ello, que muchos tatuadores acaban haciéndose las suyas propias.