La decisión de ponerte un piercing nuevo puede ser emocionante. Sin embargo, es importante recordar que cuidarlo correctamente es crucial para garantizar una cicatrización adecuada.
Una norma que suele pasarse por alto es el tiempo necesario para cicatrizar adecuadamente un nuevo piercing antes de sustituir la joya por otra.
Así que, ¿qué ocurre si cambias tu piercing antes de que esté totalmente cicatrizado? ¿Y cuáles son los riesgos potenciales? A continuación, hablaremos de los riesgos y recomendaciones para una cicatrización adecuada de un nuevo piercing.
Qué ocurre si cambias tu piercing antes de tiempo
Después de ponerte un piercing nuevo, tu cuerpo necesita tiempo para cicatrizar alrededor de la joya. Esto puede llevar desde 4-6 semanas en el caso de los piercings del lóbulo de la oreja, hasta 6-12 meses en el caso del piercing helix que es en el cartílago,también los de la nariz y otros piercings corporales.
La perforación puede tardar en cicatrizar hasta un año. Es verdad que cada persona es diferente, pero sí es importante que esté completamente cicatrizado antes de cambiar la joya del piercing.
Lo que puede ocurrir es que tengas que quitarlo antes si te produce algún tipo de dolor, signo de infección o alguna reacción alérgica. Aunque, eso es menos probable si utilizaste algún material hipoalergénico al colocar la joya.
¿Qué pasa en la piel?
Durante el tiempo de cicatrización, es importante cuidar la zona y evitar irritarla para que el piercing cicatrice adecuadamente.
Una de las razones principales de riesgo si cambias tu piercing antes de que esté cicatrizado, es evitar causar irritación innecesaria en la zona.
Cambiar el piercing demasiado pronto puede provocar que la piel alrededor del piercing se ponga roja, hinchada y dolorida, y, en algunos casos, incluso provocar una infección.
Si dejas que el nuevo piercing cicatrice el tiempo adecuado antes de cambiarlo, disminuirás la probabilidad de experimentar estos efectos secundarios negativos.
Riesgos potenciales si cambias tu piercing demasiado pronto
Cuando se trata de cambiarte un piercing nuevo antes de que esté totalmente cicatrizado, existen varios riesgos potenciales que debes tener en cuenta.
Uno de los riesgos más habituales es causar una irritación innecesaria en la zona. Si te cambias el piercing demasiado pronto, también puedes aumentar la probabilidad de sufrir una reacción alérgica.
Además, cambiarte el piercing prematuramente también puede aumentar el riesgo de infección. Una de las formas principales de que se produzca una infección es a través de una herida abierta que se ha irritado.
Cambiar el piercing antes de que esté totalmente cicatrizado puede introducir potencialmente nuevas bacterias en la zona, aumentando las probabilidades de desarrollar una infección. En caso de que se produzca una infección, puede ser bastante grave y requerir tratamiento médico, dependiendo de la localización del piercing.
Pasos para cambiarte el piercing adecuadamente
Si no te queda más remedio que cambiarte el piercing de tu nuevo piercing antes de que esté totalmente cicatrizado, es importante que seas extremadamente cauteloso para minimizar los riesgos asociados a cambiarlo antes de tiempo.
En primer lugar, Asegúrate de lavarte bien las manos con agua y jabón antes de tocar la zona. A continuación, retira con cuidado la joya antigua para evitar cualquier irritación adicional de la piel.
Si se ha acumulado alrededor del piercing alguna célula cutánea o residuo, utiliza un bastoncillo de algodón humedecido en solución salina para limpiar suavemente la zona.
Al colocar el nuevo pendiente en el piercing, asegúrate de tener mucho cuidado y evita que la nueva joya toque el interior del piercing. Después, aclara la zona con una solución salina fresca o agua estéril para eliminar cualquier posible contaminante.
Recomendaciones para una cicatrización adecuada del piercing
Para garantizar una cicatrización adecuada, es importante seguir algunas recomendaciones clave cuando se trata de tu piercing reciente.
En primer lugar, trata de mantener la zona del piercing limpia para minimizar el riesgo de infección. Siempre hazlo suavemente cuidando la zona, y utilizando una solución salina y un bastoncillo de algodón una o dos veces al día.
Además, evita tocar la zona para no irritarla innecesariamente. Si tienes que tocarte la zona, asegúrate de lavarte las manos primero. Mantener la zona hidratada también puede ayudar a favorecer una cicatrización adecuada.
Utiliza una pequeña cantidad de pomada o loción para mantener la piel alrededor del piercing hidratada.
Por último, trata de no dormirte sobre el lado del piercing para no ejercer una presión excesiva sobre la zona.
¿Cómo saber cuándo está curado y puedo cambiarme la joya?
Cuando tu piercing esté listo y seguro para realizar un cambio de joya vas a notar lo siguiente:
- No vas a encontrar hinchazón, ni enrojecimiento, sensibilidad, ni ningún tipo de secreción.
- El orificio de la perforación se va a ver completamente limpio y cerrado alrededor de la joya.
- Puedes mover o girar la joya sin sentir ningún tipo de molestia, ni dolor, ardor o picazón.
Si de todas maneras tienes alguna duda puedes esperar un poco más o consultar a tu perforador antes de intentar cambiarte la joya recuerda que muchos profesionales brindan revisiones gratuitas y estarán dispuestos a ayudarte y cambiarte la joya una vez que la perforación se haya curado totalmente.
Cambiarte el nuevo piercing antes de que esté totalmente cicatrizado puede aumentar el riesgo de experimentar efectos secundarios negativos, como irritaciones innecesarias, reacciones alérgicas e infecciones.
Un factor importante al elegir la joya es hacerlo de la talla correcta. Trata de no elegir aretes demasiado gruesos para tu perforación, ni joyas demasiado pesadas que puedan forzar demasiado el lóbulo, en el caso de los de oreja. Lo más importante es usar materiales hipoalergénicos cómo hacer o quirúrgico o titanio.
Para finalizar, si no te queda más remedio que cambiarte el piercing nuevo antes de que cicatrice, debes ser extremadamente precavido y sigue los pasos recomendados para su cuidado adecuado.
Además, es fundamental que sigas las recomendaciones del profesional para lograr una cicatrización óptima del piercing, sin tener ningún tipo de problema y poder cambiarlo cuando quieras.