El piercing en el pezón es una forma popular de arte corporal, y mucha gente opta por perforarse los pezones como forma de expresión.
No son algo nuevo ya que son fueron utilizados por diferentes culturas durante siglos. Pero, hoy en día son muy populares entre hombres y mujeres que se suman a la tendencia y buscan agregar un toque diferente y atrevido con algo de brillo a su apariencia.
Antes de decidir hacértelos es importante que sepas que los piercings en los pezones pueden ser bastante dolorosos si se irritan. En este artículo, hablaremos de las causas y soluciones del dolor causado por el piercing en el pezón.
¿Es normal que duela?
En realidad, sí. El piercing del pezón es una perforación en una zona sensible, por lo que es normal sentir molestias, especialmente durante los primeros días.
Es una zona en la que hay muchas terminaciones nerviosas diferentes lo que vuelve extremadamente sensible a los estímulos externos.
El proceso de colocación del piercing puede ser bastante doloroso y es posible que necesites buscar cremas anestésicas o analgésicos antes de realizar el proceso. Aunque es muy rápido, es muy importante hacerlo con un profesional para evitar sentir un dolor intenso o algún tipo de complicación.
Algo que debes conocer es que existen diferentes tipos de dolor después de hacerte el piercing y es importante saber distinguirlos:
- Dolor inicial: Es el dolor agudo que sientes justo después de la perforación. Suele ser breve y soportable.
Durante la curación: Es un dolor más constante, que puede durar varias semanas o incluso meses. Es parte del proceso de curación y suele ser leve. - Dolor anormal: Es un dolor intenso, punzante o palpitante, acompañado de otros síntomas como enrojecimiento excesivo, hinchazón, secreción o fiebre. Este tipo de dolor puede indicar una infección u otra complicación.
Causas
La mayoría de los piercings en el pezón están fabricados en metal, y a veces el metal puede irritar la piel alrededor del piercing. Además de la irritación por el metal, algunas personas pueden tener una reacción alérgica al metal utilizado en el piercing del pezón.
También puede infectarse, provocando dolor, hinchazón y enrojecimiento. En algunos casos, el piercing puede incrustarse en la piel, provocando aún más molestias.
Tratamientos para evitar dolor o molestias
Limpieza del piercing
Una de las primeras cosas que debes hacer cuando notes dolor por un piercing en el pezón es limpiarlo. Puedes hacerlo utilizando suero salino estéril y un bastoncillo de algodón.
Debes de limpiar alrededor del piercing y de la joya para ayudar a eliminar las bacterias que puedan estar contribuyendo a la infección. Si la zona es demasiado dolorosa para limpiarla con un bastoncillo de algodón, puedes probar a sumergir el piercing en un baño de agua salada.
Cambiar la joyería
Si el piercing del pezón está hecho de un metal al que eres alérgico, puedes probar a cambiar la joyería por otro metal. Algunas opciones recomendables para la joyería del pezón son el acero inoxidable quirúrgico, el titanio y el niobio.
Estos metales son hipoalergénicos y deberían irritar menos la piel. Además, cambiar la joyería puede ayudar a aliviar parte del dolor del piercing.
Utilizar medicamentos para el dolor de venta libre
Si tu piercing en el pezón te causa más dolor del que puedes soportar, entonces puedes considerar la posibilidad de tomar un medicamento para el dolor de venta libre.
Muchas personas consideran que el ibuprofeno o el acetaminofeno pueden ayudar a aliviar parte del malestar del piercing. Asegúrate de utilizar estos medicamentos según las indicaciones, y si el dolor es demasiado intenso, puede ser mejor que consultes a un médico.
Ver a un médico
Si observas alguno de estos síntomas, consulta a tu médico:
- Enrojecimiento excesivo o propagación.
- Hinchazón severa.
- Secreción amarilla o verdosa (pus).
- Fiebre.
- Dolor punzante o palpitante.
- Migración o rechazo de la joya.
En algunos casos, el médico te puede recetar un tratamiento con antibióticos para ayudar a eliminar la infección. Además, puede ser capaz de quitarte el piercing y proporcionarte otras opciones de tratamiento.
La higiene es la clave para una curación sin dolor
Solución salina: Prepara una solución con 1/4 de cucharadita de sal marina no yodada en una taza de agua tibia.
Sumerge una gasa estéril en la solución y aplícala sobre el piercing durante 5 a 10 minutos, dos veces al día. Esto ayuda a limpiar, desinfectar y reducir la inflamación.
Jabón neutro: Utiliza un jabón líquido suave, sin fragancias ni colorantes. Lava suavemente el piercing con agua tibia y jabón, haciendo espuma con los dedos limpios. Enjuaga a fondo y seca con una gasa estéril o una toalla de papel. Evita frotar o usar esponjas, ya que pueden irritar la zona.
Compresas tibias para un alivio inmediato: Sumerge una gasa estéril en agua tibia (no caliente) y aplícala sobre el piercing durante 10 a 15 minutos.
El calor ayuda a aumentar la circulación de la zona, lo que reduce la inflamación y el dolor. Puedes hacer esto varias veces al día, especialmente si sientes molestias.
Compresas frías: Si sientes mucho calor en la zona, o mucha hinchazón, puedes usar una compresa frías.
Envuelve el hielo en una gaza estéril, o usa una bolsa de guisantes congelados envuelta en una toalla. Aplica la compresa por intervalos de no más de 10 minutos.
Ropa para evitar la fricción: Los sujetadores deportivos son una gran opción. Proporcionan soporte y evitan el movimiento excesivo del piercing, lo que reduce la irritación. Los mejores sujetadores son los de algodón, sin aros ni encajes.
Protectores para pezones: Puedes usar protectores de silicona o gasas estériles para cubrir el piercing y protegerlo de la fricción con la ropa. Esto te va a resultar muy útil sobre todo para la noche, o al hacer deporte.
Cómo cuidar tu piercing del pezón
Hay varios pasos que puedes dar para ayudar a prevenir el dolor por piercing en el pezón. En primer lugar, debes de limpiar siempre el piercing en cuanto notes cualquier signo de irritación o infección.
Además, cuida bien el piercing y evita jugar con la joya o tirar del piercing. Algo muy importante es utilizar joyería de materiales hipoalergénicos cuando te hagas un piercing, para reducir las probabilidades de sufrir una reacción alérgica.
También tienes que tener en cuenta que si el piercing se cierra por cualquier motivo acude a un profesional para que te lo vuelvan a hacer, no intentes abrirlo tú mismo.
Tienes que cuidar bien tu piercing en el pezón y de hacer los cambios necesarios en la joyería para ayudar a prevenir y aliviar el dolor. Si sientes un malestar extremo, consulta de inmediato a un médico.
Si estás decidida/o a llevarlo en tu cuerpo teniendo en cuenta todos los cuidados, practicando una higiene perfecta, podrás lucirlo sin problemas.