Te has preguntado alguna vez cómo preparar la piel antes de un tatuaje. Es decir, qué pautas debes seguir para asegurarte que la piel sobre la que te vas a hacer un tatuaje está preparada para ser sometida a una dura sesión de tatuaje. Mucho hemos comentado en Tatuantes sobre consejos a tener en cuenta antes de tatuarse para asegurarnos de que todo saldrá como esperamos. Sin embargo, en este caso nos centraremos exclusivamente en la piel.
¿Qué puedo hacer para que mi piel esté preparada para ser tatuada? Pues podemos realizar diferentes acciones. La primera de ella es la hidratación. Si eres una persona que suele tener la piel seca o muy seca, te recomiendo que durante una semana antes al momento de tatuarse te hidrates la piel una o varias veces al día. Una piel hidratada es una piel saludable. Y ello de ello dependerá que el proceso de elaboración del tatuaje se complete sin inconvenientes.
Aunque no tengas problemas de «piel seca» es recomendable seguir esta pauta para asegurarnos de que tendremos la piel hidratada correctamente. ¿Y qué otras cosas puedo hacer para preparar la piel antes de un tatuaje? Bien, es el momento de hablar del vello corporal. Si ya te has hecho un tatuaje y no te has preocupado de ello, te habrás dado cuenta de que antes de tatuarte el tatuador te ha afeitado la zona con una maquinilla desechable.
Podríamos decir que lo ideal es que no nos crezca ningún tipo de vello en la zona que va a ser tatuada, pero como no es viable hacerse la depilación láser o fotodepilación (a no ser que vayamos a hacernos un tatuaje que ocupe toda una extremidad, nuestro pecho o espalda), es interesante depilarse unos días antes (tres días antes como mínimo para que la piel no esté irritada). Y cuando hablamos de depilarse, nos referimos a usar cera. Evidentemente y tras la pertinente depilación es importante hidratar bien la piel para calmar la zona y cerrar los poros.