Zonas del cuerpo y el dolor de tatuarlas
Hemos hablado un par de veces del dolor de los tatuajes y las peores zonas para tatuarse. De hecho es algo que incluyo en todos los post sobre zonas del cuerpo porque me parece relevante. Cada persona es un mundo y por ello la tolerancia al dolor así como la sensibilidad al mismo puede diferir, el umbral del dolor del que habla Loreto; pero hay algo que debes tener presente: algunas zonas duelen sí o sí.
Por eso, antes de tatuarte considera seriamente si ese es el lugar en el que quieres que vaya el tatuaje, ese el dibujo (forma, tamaño) y si realmente tolerarás el dolor. Si estás convencido/a, escoge a un tatuador en cuya profesionalidad confíes para que la experiencia sea más relajada y sigue sus consejos previos.
Tatuarse el ano por amor duele…
No vayas drogado, sedado ni con alcohol en la sangre para evadirte: son vasodilatadores y puedes tener un disgusto.
Soportar el dolor durante el tatuaje
Ponte en la posición que te indique el tatuador y relájate. Evade tu mente: es sencillo, simplemente concéntrate en otra cosa: un pensamiento, música, una peli en un portátil. Hay técnicas muy efectivas de control mental basadas en la respiración que te permitirán desconectar del dolor.
Evade tu mente
Sé sincero/a con el tatuador: si te duele demasiado, si la postura es muy incómoda, si te estás mareando: DÍSELO. Por tu salud y por la calidad del tatuaje, ya que acabarás moviéndote, dificultando el proceso. Si necesitas un descanso, pídelo, así como si necesitas que se haga el tatuaje en varias sesiones.
Acepta el dolor: es parte del proceso, no es una tortura, es una experiencia intrínseca al tatuaje, déjate abrazar por él y luego déjalo ir. Tú has elegido tatuarte: podrás con ello. Y si no, no pasa nada, ésto no es una prueba a superar, es tu vida.