Es cierto que no es necesario que un tatuaje tenga una historia detrás: puede ser simplemente un diseño bonito que en un momento concreto te apetezca tatuarte. Sin embargo, hay algunos que pueden ponerte en una situación comprometida:
El nombre de tu pareja
Tal vez este sea el ejemplo clave, y la razón es muy conocida: quererse es precioso y la idea es que sea así para siempre. Pero una intención no siempre es lo que ocurre. Por eso, puede que la idea de tatuarse el nombre del chico o de la chica en cuestión no sea lo más acertado. Mejor buscar un diseño romántico que no te haga sentir incómodo en caso de que las cosas no vayan según lo previsto.
Palabras o frases en otros idiomas
En la famosa serie de The Big Bang Theory, Sheldon le pregunta a Penny por qué lleva tatuado el kanji de la palabra sopa, aunque ella afirma que es el de coraje. ¿Qué pensaríamos si en un momento dado nos diéramos cuenta de que nuestra piel contiene y va a contener siempre un error? Además, no sólo hay que revisar los idiomas extranjeros, si no también el propio.
Ideales, deportes
Frases con tintes políticos, banderas, símbolos… todo lo que se os pueda ocurrir. ¡Cuidado! Podéis acabar decepcionados. Los ideales pueden cambiar, igual que pueden hacerlo los gustos deportivos: aunque tu jugador favorito se haya ido a un equipo que no soportas o que, simplemente, te haya dejado de gustar determinado deporte, tu tatuaje va a seguir ahí.
Modas
¿Te gusta ir a la moda? Es preferible comprarse esa chaqueta tan moderna o esas gafas de sol tan fashion que todo el mundo quiere. Las modas pasan, la tinta permanece.
Faciales
Es cierto que los tatuajes no deberían influir a la hora de encontrar trabajo, pero, por desgracia así es. Por eso el consejo más extendido es hacerlo en un lugar en el que puedan taparse. Tanto si estás de acuerdo o no, sí que hay que tener cuidado con nuestra cara, ya que es lo que más dice de nosotros mismos. No es lo mismo un detalle pequeño que un maxitatuaje que ocupe media frente, una mejilla y baje hasta el cuello.