Cómo curar un piercing infectado

Piercing nariz

Cuando nos hacemos alguna perforación en nuestro cuerpo, siempre estamos deseando que se cure lo más rápido posible. Claro que no siempre es así. Hoy te vamos a contar cuáles son los pasos para poder curar un piercing infectado. Además de ello descubrirás todo lo que necesitas para que la infección no vuelva a aparecer.

Aunque parezcan cosas más que evidentes, en ocasiones nos despistamos y pueden surgir complicaciones. Pero desde luego no hay de qué preocuparse porque siempre se pueden tomar a tiempo. Curar un piercing infectado es una tarea que requiere un poco de paciencia. Si crees que puedes tener infección en ese piercing que te acabas de hacer, entonces no te pierdas todo lo que sigue.

Síntomas de un piercing infectado

Es cierto que no tiene mucho misterio, pero tampoco está de más el recordarlo. Justo cuando nos hacemos un piercing, la zona del cuerpo elegida para ello estará un par de días con cierta inflamación. Es algo más que normal, aunque a algunas personas no les ocurre. Pero si pasado este tiempo y habiendo seguido las indicaciones del profesional, tienes los siguientes síntomas, entonces hay que actuar cuanto antes.

  • Si el dolor se está haciendo cada vez más intenso, así como un ligero malestar por toda la zona.
  • Si tienes un enrojecimiento bastante considerable, donde el color ya tiende a ser más oscuro de lo habitual.
  • La sangre, hinchazón o el pus también se han convertido en protagonistas, entonces está claro que cuentas con una infección en la zona.

Curar piercing infectado en labio

Cómo curar un piercing infectado

Intenta no tocar la zona con las manos sucias. Porque aunque no te lo parezca, siempre pueden tener bacterias que se nos hacen invisibles para nuestra vista. Así que, lávate las manos antes de comenzar a tratar el piercing. Para ello, usarás agua tibia y un jabón neutro. Claro que si tienes guantes de látex, pues también es una buena opción para empezar la curación del piercing.

Limpiar el piercing con agua y jabón

Un bastoncillo de los oídos lo empaparemos en agua con jabón anti-bacteriano. Lo pasaremos por la zona que esté infectada, con el fin de limpiarla bien. Tendrás que hacerlo de forma muy lenta para poder retirar toda la suciedad.

Solución salina

Otra de las maneras para limpiar la zona en cuestión es con una solución salina. Aunque suelen venderlas donde te hayas hecho el piercing o recomendarte alguna, siempre puedes prepararla de forma casera. Un par de cucharadas de sal marina sin yodo en un vaso de agua. Removemos bien y de nuevo, podemos introducir en la mezcla, un bastoncillo de los oídos. Lo pasaremos por el piercing lentamente. Luego, dejarás secar.

Piercing en ombligo

Crema antibiótica

Luego, aplicarás una crema antibiótica. Podrás acudir a cualquier farmacia y explicar el caso. Este tipo de cremas se usa para matar todas las bacterias que están causando la infección de la zona. Sigue las instrucciones de dicha crema, pero con un par de aplicaciones al día, tendrás más que suficiente.

Hielo

Un poco de frío no le viene nada mal a la zona, para tratar la inflamación de la misma. Pero eso sí, nunca te apliques el hielo directamente sobre la piel. Intenta envolverlo en algún paño o trapo. Además, tampoco lo coloques justo sobre el piercing, sino por su alrededor.

Si aparecen síntomas como fiebre o náuseas, entonces es mejor que acudas a tu médico. Aunque no son frecuentes estos casos, siempre hay que ser precavidos y estar atentos a las sensaciones que nos transmite el cuerpo.

Cuidados del piercing

Cómo prevenir las infecciones

Como bien decimos, no es algo que ocurra con mucha frecuencia y menos mal. Más que nada porque es bastante incómodo tener una infección en un piercing. Para intentar prevenirlas, lo mejor que evitemos tocar la zona. Por lo menos, durante los primeros días. Si tenemos que hacerlo, que sea siempre con las manos bien limpias. Del mismo modo, evita también las prendas de ropa muy ajustadas. En este caso, se dará en piercing del ombligo o los pezones. Además, debes de descansar y no irte al gimnasio o a la piscina en los días posteriores.

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