Una de las muchas dudas y actividades complicadas en los primeros días tras tatuarnos que nos pueden surgir es ducharse con tatuaje. Y no es para menos, ya que la piel aún está tierna y herida.
En este artículo veremos unos cuantos consejos que pueden resultarte útiles en esos primeros días.
Antes de la ducha
Si tu tatuaje está recién hecho, seguramente aún lleves el papel film. Sobre todo sigue las instrucciones de tu tatuador. No obstante, aquí te presentamos un par de consejos para tener en cuenta antes de meterte en la ducha:
- En caso de que tengas que quitarte el papel film, recuerda hacerlo de manera suave y sin tirar. Es posible que se pegue en algunos lugares y si eres muy brusco puedes hacerte daño (y, en el peor de los casos, dañar también al tatuaje).
- En el caso que el papel o la venda se hayan pegado en el tatuaje, utiliza agua para despegarlo con más facilidad. Ten cuidado que no se meta dentro de la venda o puede introducir bacterias y la herida podría infectarse.
- También es recomendable que evites, al quitarte la ropa, que el tatuaje roce con esta, especialmente si ya no llevas la venda.
- Evita los baños y opta por ducharte, al menos durante la primera semana, ya que si te bañas el tatuaje corre más peligro de infectarse. Los baños incluyen no solo el de la bañera de casa, sino también en lagos, piscinas, ríos…
Durante la ducha
Ha llegado el momento de la verdad, el momento de ducharse con tatuaje. Es buena idea que tengas en cuenta los consejos siguientes:
- Pon la temperatura de la ducha a una temperatura ni muy fría ni muy caliente (al menos en la parte que vaya a estar más en contacto con el tatuaje).
- Evita dirigir el chorro de agua directamente sobre el diseño. Esto no solo es válido para los primeros días, sino para cuando esté curado totalmente, ya que el agua, si tiene mucha presión, puede arrancarte las costras y hacerle daño no solo a tu piel sino al diseño.
- Utiliza jabón neutro como mínimo para limpiar la zona del tatuaje.
- Evita frotar la zona tatuada, especialmente los primeros días. Pasa la mano (límpiatelas antes) suavemente por la zona tanto para poner el jabón como para aclararlo.
- Intenta no pasarte mucho tiempo en la ducha para no tener el diseño en contacto con el agua, el jabón y el calor más tiempo del necesario.
Después de la ducha
Después de la ducha estamos limpios, pero nuestro tatuaje, hasta que no se cure del todo, sigue corriendo peligro. Por eso es muy recomendable que tengas en cuenta estos consejos:
- Utiliza una toalla limpia para secarte el tatuaje. Si no tienes (o no estás seguro de que esté muy pero que muy limpia) usa toallas de papel. Las toallas sucias pueden introducir bacterias en la piel y provocar que el tatuaje se infecte.
- Seca el tatuaje con muchísimo cuidado. Esto quiere decir que nada de frotar: dale golpecitos ligeramente con la toalla y el papel para que absorban el agua poco a poco.
- De nuevo, sigue los consejos de tu tatuador a la hora de saber qué tienes que hacer tras ducharte. La mayoría te recomendará que uses una crema para acelerar la cicatrización. En este caso, recuerda que menos es más y que debes ponerte una capa muy fina para que el tatuaje sane correctamente.
¿Cada cuanto debo limpiarme el tatuaje?
Además de ducharse con tatuaje, es posible que tu tatuador te haya recomendado que limpies el tatuaje tres veces al día, al menos durante la primera semana. Sigue todos sus consejos al pie de la letra y recuerda lavarte las manos antes de tocar tu tatuaje por cualquier razón.
Esperamos que estos consejos sobre ducharse con tatuaje te hayan servido para aclarar dudas, algo que nos puede entrar muy fácilmente, especialmente si somos neófitos. Dinos, ¿cómo ha sido tu experiencia? ¿Tienes algún consejo que quieras compartir? ¡Compártelo con nosotros dejando un comentario!