Una de las primeras preguntas que nos puede tirar atrás en el momento de decidirnos hacernos nuestro primer tatuaje es si duele hacerse un tatuaje.
La respuesta depende de muchos factores, y algunos muy subjetivos, pero vamos a intentar responderla en este artículo.
La ciencia detrás del dolor
¿Sabías que en realidad la tinta de los tatuajes no reside en el tejido de la piel, sino en unas células llamadas macrófagos? En efecto, estas células, a la que notan el dolor de un tatuaje, se acercan a toda velocidad a la zona en la que está actuando la aguja (que se mueve a más de mil pinchazos por minuto) y son las que retienen la tinta.
Pero por muy interesante que sea la función de los macrófagos esto no explica por qué nos duele tanto al hacernos un tatuaje. La razón es bastante lógica: por desgracia, la zona en la que tiene que introducirse la tinta tiene que ser lo suficientemente profunda para que aguante el paso del tiempo y lo suficientemente superficial para que la tinta se vea. Y justo en esa zona es donde están los receptores del dolor, que al percibir el ataque le mandan señales al cerebro, lo que se convierte en una experiencia bastante dolorosa.
El dolor según el lugar y la persona
Como puedes imaginarte, si duele hacerse un tatuaje en determinadas zonas del cuerpo comparadas con otras también depende de otros factores. Por ejemplo, los lugares en los que la aguja queda más próxima al hueso y la piel es más fina (como los pies o las costillas) acostumbran a ser más dolorosos e incómodos.
Igualmente, que el dolor sea insoportable o una pequeña molestia también depende mucho de la persona. Hay quien soporta mucho mejor el dolor que los demás, y, aunque no está claro por qué, algunos estudios apuntan que podría tener relación con la genética.
Esperamos que te haya interesado este artículo sobre si duele hacerse un tatuaje y por qué. ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!