El hombre más tatuado de Brasil inicia el borrado total de sus tatuajes

  • Leandro de Souza, con el 95% del cuerpo tatuado, avanza en un plan para quitarse todos sus tatuajes con láser.
  • Ha completado cinco de ocho sesiones, de 30-40 minutos cada una, espaciadas cada tres meses.
  • El cambio está ligado a su conversión al evangelismo y a un giro personal y laboral.
  • El proceso es doloroso y complejo, pero ya muestra resultados visibles en rostro y zonas clave.

Proceso para quitarse todos los tatuajes

Leandro de Souza, conocido durante años como uno de los hombres con más porcentaje de piel tatuada de Brasil, ha iniciado un camino radical: está borrando todas sus piezas con láser. Su objetivo es quitarse por completo los tatuajes que cubrían prácticamente la totalidad de su cuerpo, incluida la cara y la cabeza.

Este cambio no ha sido improvisado: tras varias decisiones personales y un giro espiritual hacia la fe evangélica, el brasileño decidió dar el paso y documentar el proceso. Tras la quinta sesión, publicó un vídeo en Instagram en el que expresó su agradecimiento y subrayó que su nueva etapa gira en torno a su fe.

De icono tatuado a nueva etapa

Eliminar tatuajes en todo el cuerpo

Durante más de dos décadas, De Souza fue conocido como el hombre más tatuado de Brasil: más de 170 diseños cubrían cerca del 95% de su piel, con presencia en el rostro y el cuero cabelludo. Natural de Bagé, en la frontera con Uruguay, su imagen se convirtió en una seña inconfundible en eventos y apariciones públicas.

Su relación con la tinta comenzó pronto: se hizo el primer tatuaje a los 13 años, influido por bandas que marcaron su adolescencia como Guns N’ Roses, Nirvana o Metallica. Lo que empezó como pura identidad terminó por convertirse en un uniforme permanente.

Hubo también un reverso amargo. Tras un divorcio, atravesó un periodo de consumo de cocaína, que luego mezcló con LSD, éxtasis y alcohol. Con el paso del tiempo, se sentía una atracción de feria en los eventos y decidió que no quería seguir así, describiendo aquella etapa como insostenible.

El punto de inflexión llegó en Bagé, cuando pidió ayuda en un albergue municipal. Allí conoció el evangelismo y, según relata, encontró un propósito que le permitió reordenar prioridades: hoy acumula más de tres años sin beber y uno sin fumar, y participa en actividades de acompañamiento y predicación en comunidades y centros penitenciarios.

Cómo se borran los tatuajes: el método y los tiempos

Tratamiento láser para quitar todos los tatuajes

De Souza se está sometiendo a un tratamiento de eliminación láser en una clínica de São Paulo. Ha completado cinco de las ocho sesiones previstas, con procedimientos de entre 30 y 40 minutos, espaciados cada tres meses. Él mismo admite que duele más que tatuarse, incluso con anestesia, y que la recuperación requiere paciencia.

La técnica utiliza pulsos de luz que fragmentan el pigmento en partículas diminutas que el sistema inmunitario elimina a través del sistema linfático. Los colores oscuros, especialmente el negro, responden mejor; los tonos claros y ciertos pigmentos pueden ser más resistentes a desaparecer por completo. Si existe relieve o cicatriz en la piel, el láser remueve la tinta, pero no borra esas lesiones del tejido.

El estudio Hell Tattoo, en Franco da Rocha (São Paulo), se interesó por su historia y ha documentado el avance de las sesiones. Al tratarse de un cuerpo con una cobertura de tinta tan amplia, el reto es notable y el resultado depende de la densidad, las capas superpuestas y las zonas sensibles como la cara.

Fe, trabajo y vida tras la tinta

Motivaciones para quitarse todos los tatuajes

La decisión de borrar sus tatuajes está estrechamente vinculada a su conversión al evangelismo. En redes, De Souza ha compartido que se siente con la dignidad recuperada, que ha encontrado oportunidades laborales y que ha sorprendido positivamente a su entorno más cercano. En su vídeo tras la quinta sesión, insistió en un mensaje de agradecimiento y propósito.

Además de alejarse de los consumos que marcaron sus años más difíciles, dedica tiempo a compartir su testimonio en comunidades y prisiones, con charlas dirigidas a familias y jóvenes. En lo personal, afirma que la metamorfosis exterior acompaña a una renovación interior que le ha devuelto estabilidad.

El caso ha generado interés social por lo impactante de su antes y después. Sin estridencias, De Souza prefiere que el foco esté en el proceso y en el esfuerzo diario: sesión a sesión, su aspecto se acerca al que tenía antes de cubrirse casi por completo de tinta.

Qué falta por hacer y qué se puede esperar

Resultados de quitarse todos los tatuajes

Según su plan, aún le quedan tres sesiones para completar el tratamiento. El calendario es exigente y los resultados suelen consolidarse con el tiempo, por lo que no se descarta que persistan leves sombras o restos en zonas con más capas o colores complejos. Aun así, la mejora en el rostro y áreas visibles ya es notable.

En 2024 celebró su 35º cumpleaños con una doble victoria personal: mantener los hábitos lejos del alcohol y el tabaco y avanzar en un proceso de borrado que no es ni rápido ni sencillo. Su historia ilustra cómo una decisión meditada, acompañada de apoyo profesional y constancia, puede traducirse en cambios reales en la vida de una persona.

La trayectoria de Leandro de Souza muestra un tránsito que va de la exhibición pública de la tinta a la búsqueda de una nueva identidad sin tatuajes: un proceso clínico, lento y doloroso, que ya deja huella en su imagen y también en su manera de estar en el mundo.

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