Un tatuaje realista, del que ya hemos hablado en otras ocasiones, es una adición muy interesante para tu piel, aunque algo delicada, ya que es muy recomendable que busques a un especialista en este tipo de tatuajes.
Como todos los tatuajes, el tatuaje realista también tiene su propia historia, y además es bastante moderna, ya que difiere de los primeros tatuajes, bastante más rústicos y sencillos, ya que busca precisamente parecerse a la realidad tanto como pueda.
El tatuaje realista y el realismo
Este tipo de tatuajes se basan en el movimiento artístico del realismo, que tuvo su origen en Francia, en el siglo XIX, como una respuesta a los excesos del Romanticismo.
Los realistas buscaban retratar el mundo como era, de la manera más objetiva posible, y por eso tendían a representar a sujetos y temas de lo más normal, como puentes o fábricas (este período se encontraba junto en la Revolución Industrial, lo que, por cierto, también influyó en la manera de ver el mundo).
El fotorealismo
Muchos años más tarde, a mediados del siglo XX, en Estados Unidos, tuvo lugar optó movimiento, con raíces en el realismo, que a su vez influenciaría el mundo de los tatuajes: el fotorealismo que, como su nombre indica, buscaba reproducir el mundo de la manera más exacta y minuciosa posible.
Este movimiento, por cierto, surgió como respuesta a la grandísima cantidad de fotografías que estaban apareciendo desde la invención y mejora de este arte, que amenazaban con quitar valor a las imágenes hechas “a mano”.
Fue a partir del fotorealismo que el tatuaje realista nació y, con el paso del tiempo, así como con las mejoras de las máquinas de tatuar, la tinta y la propia pericia de los tatuadores, se convirtió en lo que es hoy. Dinos, ¿tienes algún tatuaje como este? ¿Te gustaría tenerlo? Recuerda que puedes contarnos lo que quieras, ¡solo tienes que dejarnos un comentario!