Pongámonos en situación. Una persona que no ha tenido contacto previo con el mundo del tatuaje acude a un estudio para hacer las pertinentes preguntas con las que resolver todas las dudas que tiene acerca del primer tatuaje que desea hacerse preguntas relacionadas. Una de las primeras sorpresas que se llevará está relacionada con el coste del tatuaje. Exceptuando posibles promociones o tattoos de pequeño tamaño en los que se tarda más en preparar toda la parafernalia que en hacer el tatuaje, es innegable que este arte tiene un coste relevante.
Cuando apuntamos directamente a los tatuadores más solicitados que cuentan con listas de espera que, en ocasiones, supera con creces el medio año, las cifras ya se disparan. Hablar de precios y tatuajes tiene muchísimas variables. Se suele decir que un tatuaje de «manga entera» (que cubra desde el hombro hasta la muñeca) puede rondar fácilmente los 1.200 €. Lógicamente dependerá de muchísimas cosas. Desde el propio diseño hasta el tatuador que nos realice la pieza.
En los últimos tiempos, impulsado por los cambios de estilo de vida, la situación económica y, en definitiva, las nuevas formas en las que los jóvenes se desenvuelven en un mundo donde términos como «low-cost» se han masificado, ha aparecido una nueva tendencia. Financiar el pago del tatuaje. Así es, ya hay personas que están solicitando créditos para poder hacer frente al pago del tatuaje que van a realizarse.
Puede parecer una auténtica locura pero es así. Hay personas que optan por financiar el pago del tatuaje en lugar de descapitalizarse o, directamente, como una forma de obtener el dinero necesario para poder plasmar en su cuerpo el tatuaje con el que siempre ha soñado. Estos préstamos se caracterizan por su corta duración y cantidad moderada. ¿Estarías dispuesto a endeudarte para poder hacerte un tatuaje? Por lo visto hay personas que sí.