Son varios los artículos extensos y muy detallados que hemos dedicado en Tatuantes a hablar sobre la cuestión de hacerse tatuajes en verano. Mucho se ha debatido, escrito y difundido a través de las redes sociales sobre lo malo que es tatuarse en verano. Sin embargo, hay mucho de desconocimiento detrás de los gurús que abogan por evitar pasar por un estudio de tatuajes durante esta época del año que se caracteriza por las elevadas temperaturas y la posibilidad de disfrutar de los deportes de mar.
Es cierto que hacerse tatuajes en verano no es una buena idea. Pero por un simple motivo. Es mucho más engorroso el proceso de la curación. Si realmente seguimos a rajatabla todas las precauciones y pautas durante la curación del tatuaje no habrá problema en tatuarse en verano. Tendremos nuestro nuevo y deseado tattoo y podremos lucirlo en las reuniones de amigos y familiares. Ahora bien, hay que tener cuidado.
Hacerse tatuajes en verano conlleva que, entre otras cosas, durante dos semanas no podamos pisar la playa o piscina. Y en caso de que nos guste disfrutar del sol deberemos evitarlo durante unos días más. Es importante alejarse de las playas de arena o la montaña mientras el tatuaje está muy reciente ya que la tierra o arena puede adherirse al tattoo que recordemos, se trata de una herida en la piel. Ello puede derivar en posibles infecciones o problemas durante la curación.
La idea de hacerse tatuajes en verano puede ser muy interesante si estamos de visita en algún país extranjero y deseamos traernos con nosotros un recuerdo para el resto de nuestras vidas. Ahora bien, en este caso, es importante tener un cuidado extra a la hora de elegir el estudio en el que seremos tatuados para certificar que cumple con toda la legislación vigente y cuenta con una higiene correcta. Si te gusta tatuarte, puedes hacerlo en verano sin miedo.