No son pocas las veces que en Tatuantes hemos hablado sobre distintos consejos a la hora de hacerse un tatuaje así como las distintas pautas a la hora de curar el tatuaje y/o protegerlo durante las semanas posteriores al habérnoslo hecho. Ahora bien, ¿hay realmente un antes y un después a la hora de hacerse un tatuaje? Evidentemente sí. No seremos la misma persona antes y después de hacernos un tatuaje.
Y es que no importa que sea el primero, segundo el décimo tattoo que te hagas. Desde los orígenes de la idea que tenemos para nuestro tatuaje hasta la plasmación del mismo en nuestra piel por parte del tatuador elegido hay todo un proceso durante el cual, experimentaremos toda una serie de sensaciones e incluso de transformación personal. Cada tatuaje es un mundo, al igual que las personas.
Cualquier persona se tatúa por una necesidad. No importa que el tatuaje tenga un significado especial, está claro que cuando nos hacemos un tattoo, todos queremos mandar en mayor o menor medida un mensaje, tanto a nosotros mismos como al resto de personas que nos rodean. Además, cuando somos especialmente jóvenes, hacerse un tatuaje también es un símbolo de autonomía y libertad.
Aunque no es lo ideal poner como primer motivo el hecho de transmitir nuestra libertad y autonomía a la hora de hacernos un tattoo, sí que debemos de tener presente que estará en la lista de aquello que nos empuja a “marcar nuestra piel”. El tatuaje ha sido, es y seguirá siendo un medio de expresión de una necesidad que nos reclama. Además, también se trata de una forma más de arte. Aunque en este caso, sobre un lienzo vivo.
Hechos que nos marcan en nuestra vida, o la necesidad de hacer un cambio drástico en nuestro estilo de vida y forma de entender nuestra existencia son motivos más que suficientes como para hacernos un tatuaje. Como bien hemos dicho anteriormente, no importa que el tattoo no tenga un significado realmente especial. Y es que como bien comentamos, el simple hecho de hacerse un tatuaje ya está simbolizando un cambio importante en nuestra vida, así como en nuestra persona.
Y tú, ¿has notado un cambio interior a la hora de hacerse un tatuaje? La verdad es que personalmente puedo decir que sí note cierta transformación personal a la hora de hacerme mi primer tattoo. Y como bien he comentado en más de un artículo, tras aquel tatuaje de 2011, han venido uno tras otro.