Decir que el irezumi son los tatuajes japoneses tradicionales es un poco redundante. La propia palabra significa ‘tatuaje’, ya que ire significa ‘insertar’ y zumi, tinta.
No obstante, el término irezumi se usa desde hace un tiempo para designar a los tatuajes tradicionales japoneses. En este artículo veremos su origen.
El origen del irezumi
El origen de los tatuajes en Japón no está muy claro, aunque hay expertos que aventuran que podría retroceder hasta el año 10.000 antes de Cristo, ya que se han observado marcas en los cuerpos de esa época que podrían corresponder a tatuajes, aunque no es una teoría aceptada de manera universal.
Hay que remontarse hasta el año 600 aC para encontrar, una muestra más o menos segura de tatuajes japoneses. Parece que algunos visitantes de China repararon en ellos durante sus viajes.
Un arte fluctuante
Parece que una primera época los tatuajes se usaron como motivos espirituales y para marcar estatus. Pero, de hecho, incluso cuando existen menciones y testigos del irezumi en aquella época, también conocida como el período Yayoi, nada se da por seguro.
Dos grandes libros de crónicas de la época, el Kojiki y el Nihon shoki, de hecho, apuntan que los tatuajes en Japón no existían, y que los que los lucían eran extranjeros (a excepción de los ainu, de los que hablamos recientemente).
A su vez, esta época de inseguridad abre un extenso período en el que los tatuajes solo se utilizan para marcar a los delincuentes, por lo que adoptan connotaciones negativas. No será hasta el período Edo (1600-1868), en el que el irezumi alcanza todo su esplendor, que las cosas empiecen a cambiar.
Esperamos que este artículo sobre el origen del irezumi te haya gustado. Tal vez otro día hablemos del período Edo y sigamos con la apasionante historia de este arte. Dinos, ¿te gustaría? ¿Llevas algún tatuaje de estilo japonés? Recuerda que puedes contarnos lo que quieras, para ello, ¡solo tienes que dejarnos un comentario!