Tener un piercing en el cuerpo es una forma de autoexpresión y estilo, y existe una amplia gama de emplazamientos y materiales disponibles. Sin embargo, cuando se trata de procedimientos médicos, hay que tener en cuenta algunas consideraciones importantes que debes conocer antes de someterte a cualquiera de ellos.
En la mayoría de los casos, es muy recomendable quitarse cualquier piercing del cuerpo o la cabeza para los procedimientos médicos. No sólo pueden causar lesiones e interferir en el mismo, sino que también pueden prolongar el proceso de recuperación y dificultar que el personal médico realice su trabajo correctamente.
Sigue leyendo para descubrir lo que necesitas saber sobre la retirada de piercings antes de un procedimiento médico, y cómo mantener la zona de los piercings a partir de entonces.
¿Qué tipos de procedimientos médicos requieren la retirada de piercings?
Hay bastantes procedimientos médicos en los que será necesario retirarte el piercing. Esto incluye, entre otros, las cirugías, las resonancias magnéticas, las radiografías y otros tipos de pruebas de diagnóstico por la imagen. También puede incluir análisis de sangre, endoscopias y cirugías menores.
Aunque, en algunos casos existe la posibilidad de colocarle al piercing una cinta adhesiva en lugar de quitártelo, pero depende del tipo de procedimiento médico al que tengas que someterte.
Según los expertos, lo ideal es quitarte las los piercing de la lengua, la nariz o los piercings en los genitales. Los piercings en la lengua pueden ser especialmente peligrosos si tienes que someterte a una cirugía con anestesia general, por ejemplo.
Si no estás seguro de si es necesario quitarte el piercing o no, pregunta al médico que vaya a realizar el procedimiento, seguro puede ayudarte a elegir entre las distintas opciones y tomar la mejor decisión para tu situación.
¿Qué sucede si no te quitas el piercing?
Si no te quitas el piercing antes de un procedimiento médico, podría provocar una serie de complicaciones. En primer lugar, puede provocar lesiones en la piel y en los tejidos que rodean la zona del piercing.
En segundo lugar, puede interferir en el propio procedimiento médico, por lo que éste puede tener que aplazarse. Esto puede provocar estrés y ansiedad adicionales.
Por último, puede prolongar el proceso de recuperación y dificultar que el personal médico supervise la zona del piercing y realice los cuidados posteriores a la operación.
Si se determina que debes quitarte el piercing antes de un procedimiento médico, es importante hacerlo adecuadamente. Debes lavarte siempre las manos a fondo con agua y jabón, y después aplicar una solución antiséptica en la zona.
Esto ayudará a eliminar cualquier bacteria y otros gérmenes de las manos, así como de la zona donde se encuentra el piercing. También es buena idea disponer de un par de guantes limpios y estériles para que te ayuden a prevenir infecciones.
Para quitar el piercing, afloja suavemente la joya de la piel y sácala. Con cuidado, enjuaga la zona con agua tibia y sécala a golpecitos con un paño limpio. Trata de no tocar la zona para evitar la infección, y consulta siempre a un médico si no estás segura de cómo quitarte tu piercing en particular de forma segura.
Procedimientos médicos más comunes – Resonancia magnética
Este es uno de los procedimientos médicos más comunes y tienes que prestar atención especialmente si tienes piercings en las orejas. La máquina de resonancia utiliza imanes que puede interactuar con los objetos metálicos de distintas maneras.
Puede atraer a los metales como hierro, níquel o cobalto, provocando algún tipo de movimiento, desprendimiento o extracción de las joyas. También puede producir calentamiento, lo que podría causar quemaduras en el tejido.
Por lo tanto, los materiales que se den deben evitar para estos procedimientos son: acero quirúrgico, titanio, niobio y cualquier joya con decoraciones metálicas igualmente si el material base es seguro.
Por lo tanto, si te vas a realizar una resonancia magnética tienes que mencionar los piercing y orejas dilatadas. Consultar con el radiólogo los protocolos específicos para pacientes con piercings.
Para los piercings estándar, quitártelo durante el procedimiento es la opción más segura. Para las orejas estiradas lo ideal es usar retenedores de vidrio o silicona para mantener el estiramiento durante el procedimiento.
Quitarte los piercings antes de la cirugía
Ya sé una cirugía planificada una de emergencia es necesario quitarte los piercings porque puede ocurrir muchos riesgos como ser:
- Quemaduras: los aparatos que utilizan de electrocauterio transmiten corriente eléctrica para coagular, o cortar vasos sanguíneos. Puede ocurrir una quemadura a través de la conducción de la corriente a través de las joyas metálicas.
- Hinchazón: que puede ocurrir en áreas inesperadas y los piercings pueden resultar restrictivos o incrustarse.
- Riesgo de infección: los piercings pueden tener bacterias lo que aumenta el riesgo de infección en entornos quirúrgicos.
Procedimientos médicos dentales y piercings bucales
Los procedimientos médicos dentales pueden incluir complicaciones con los piercings faciales, especialmente los de labios, mejillas, lengua y orejas.
- Incomodidades durante el trabajo dental
- Pueden interferir con los instrumentos dentales.
- Al realizarte rayos x el metal pueden ocultar algún tipo de información en las radiografías.
- Pueden ocurrir accidentes con las herramientas dentales al engancharse en las joyas.
Si tienes que realizar una consulta breve, tienes que quitar de manera temporal el piercing. Sería la solución más sencilla.
De todas maneras, tienes que informar a tu dentista sobre los piercings orales o faciales, incluso si los has quitado de manera temporal.
Cómo mantener la zona después
Después de quitarte el piercing, debes cuidar la zona de manera adecuada para evitar la infección. Es importante mantenerla bien hidratada y evitar lavarla con jabones y lociones que resulten irritantes.
La mejor opción es utilizar un jabón suave, neutro, sin perfumes. Asegúrate de mantener la zona cubierta con un apósito limpio y esterilizado durante todo el día, e intenta mantenerlo seco en todo momento.
Si tienes un piercing y tienes que realizarte alguna intervención o procedimiento médico, debes tener en cuenta que probablemente tendrás que quitártelo. Seguramente va a ser lo más recomendable y seguro.
Hacerlo te ayudará a evitar lesiones, y que el proceso de recuperación sea más rápido. Si tienes alguna duda o necesitas orientación a la hora de quitarte el piercing, no dudes en hablar con tu médico. Y recuerda tomar las precauciones necesarias para mantener la zona del piercing posteriormente, a fin de evitar la infección.