Conoce el piercing Ashley: diseño, procedimiento y recomendaciones

Piercing en el labio

Si estás buscando un piercing discreto, pero con un encanto y una elegancia especial, el Ashley podría ser la elección perfecta para ti.

A lo largo de la historia los piercings han recibido su nombre según el perforador que los haya realizado o en la parte del cuerpo donde se haya colocado. En el caso del piercing Ashley, es realmente único, porque se desconocen las específicas y el origen del nombre.

En este artículo, te guiaremos a través de su diseño, el procedimiento de colocación y te daremos algunas recomendaciones importantes.

¿Qué es el piercing Ashley?

A diferencia de otros piercings labiales el piercing Ashley se conoce como «labret vertical», la perforación de salida queda dentro de la boca, en lugar de debajo del labio, lo que da la apariencia de que tiene una sola perforación y la joya queda flotando de una manera mágica en la mitad del labio.

Lo que ofrece un look muy atractivo que combina de manera impecable con un labial acorde, y es ideal para quienes quieren destacar sus labios.

Es un estilo moderno que combina bien con una gran variedad de piezas de joyería, y es una opción versátil y llamativa en todos los sentidos.

Consulta a tu perforador antes de hacerte el piercing Ashley

Para hacerte este piercing tienes que tener en cuenta la forma de tus labios lo que significa que debes tener suficiente tejido para perforar, por lo que deberían ser unos labios más gruesos.

Los labios finos pueden resultar más difícil para sanar y si te preocupa que tus labios sean demasiado finos o pequeños, puedes preguntarle al perforador para evaluar qué tipo de tejidos tienes en los labios y determinar si tu cuerpo es adecuado para hacerte este piercing.

Algo más para tener en cuenta es la curvatura del labio, la joya debe quedar plana y perpendicular al labio, de otra manera puede afectar tú comodidad al comer y beber. Lo que puede causar rozaduras contra los dientes, las encías y provocar daño o erosión en los dientes.

También el perforador tendrá que evaluar durante la primera consulta si tu mordida y mandíbula suponen un riesgo para tu salud bucal.

Otro punto importante es saber si puedes hacerte un piercing Ashley si tienes brackets. Generalmente no es recomendable hacerte esta perforación si los tienes, ya que es riesgoso. La joya puede engancharse en el alambre de los brackets, es mejor esperar a que te los quiten los para luego hacerte este piercing.

El procedimiento para colocar un piercing Ashley

Al igual que cualquier otro piercing, se deben seguir algunos pasos para colocarlo. Antes incluso de pedir una cita, debes asegurarte de que el estudio que elijas tiene buena reputación y utiliza técnicas de saneamiento adecuadas.

Una vez que hayas encontrado un estudio que te guste, puedes pedir una cita y seguir las instrucciones del profesional para prepararte para el piercing. En esa consulta el profesional discutirá contigo la ubicación exacta del piercing, el tipo de joya que quieres poner y responderá a todas tus preguntas.

Al comenzar el procedimiento se tiene que asegurar que el área de piercing esté limpia, sin maquillaje ni lociones. El segundo paso, consiste en limpiar y desinfectar cuidadosamente la zona del labio inferior.

Ahora tiene que marcar con un rotulador quirúrgico el punto exacto donde realizará la perforación. Es importante que estés conforme y cómodo con la ubicación antes de continuar.

Utilizando una aguja estéril de un solo uso, realizará una perforación precisa a través del labio inferior, de afuera hacia adentro. Inmediatamente después de la perforación, se colocará la joya inicial. Es probable que esta sea ligeramente más larga para permitir la hinchazón inicial.

El profesional te brindará instrucciones detalladas sobre cómo cuidar tu nuevo piercing para asegurar una correcta cicatrización.

Diseño y joyería para el Piercing Ashley

Joyas para el piercing Ashley

La joya más común para un piercing Ashley es un labret plano. Este tipo de pieza está compuesta de una barra recta con un disco plano en la parte interior (que se apoya contra la encía) y una rosca con una bolita, gema o diseño en la parte exterior, que es la que se aprecia en el labio.

La elección del material es fundamental para que se realice una buena cicatrización. Se recomienda optar por materiales biocompatibles como:

  • Acero quirúrgico 316L: Una opción común y segura para la mayoría de las personas.
  • Titanio de grado implante (ASTM F-136): Ideal para personas con sensibilidad a otros metales, ya que es hipoalergénico y ligero.
  • Oro de 14k o 18k: Una opción más costosa pero elegante, siempre asegurándose de que sea oro macizo y no chapado.

En cuanto al diseño visible, las opciones son variadas: desde pequeñas bolitas de metal hasta gemas brillantes de diferentes colores y tamaños. La elección dependerá de tu estilo personal y del efecto que desees lograr.

Recomendaciones para el cuidado posterior de un piercing Ashley

Los cuidados posteriores son muy importantes para prevenir infecciones y lograr que cicatrice de manera adecuada.

Limpieza regular: Debes limpiar el exterior del piercing dos o tres veces al día con una solución salina estéril. Puedes utilizar un hisopo de algodón o gasa para aplicar la solución suavemente.

Enjuagues bucales: Realiza enjuagues bucales con una solución salina suave después de cada comida para mantener la zona interior limpia y libre de restos de comida. Evita los enjuagues bucales comerciales con alcohol, ya que pueden irritar el piercing.

Evita tocarlo: Trata de no tocar el piercing innecesariamente con las manos. Si necesitas hacerlo, asegúrate de que estén limpias.

Cuidado con las comidas: Durante las primeras semanas, opta por alimentos blandos y evita aquellos que sean muy picantes, ácidos o difíciles de masticar. Ten cuidado al morder para no golpear la joya.

Evita el maquillaje y productos faciales: Trata de mantener estos productos alejados de la zona del piercing durante el proceso de cicatrización.

No juegues con la joya: Evita girar, mover o morder la joya, ya que esto puede irritar el piercing y retrasar la cicatrización.

Paciencia: La cicatrización completa de un piercing Ashley puede llevar varias semanas o incluso meses. Sé paciente y constante con los cuidados.

Visita al profesional: No dudes en contactarlo si notas signos de infección (enrojecimiento excesivo, hinchazón, dolor intenso, secreción de pus) o si tienes alguna duda sobre el proceso de cicatrización.

Reemplazo de la joya: Una vez que el piercing esté completamente cicatrizado, podrás cambiar la joya inicial por otra de tu elección. Asegúrate de que la nueva joya sea del tamaño y material adecuados.

El piercing Ashley es una opción elegante y discreta para los que buscan un toque diferente y llamativo en su labio inferior. Su diseño único, con un solo punto visible, lo convierte en una elección popular entre los amantes de los piercings.

Recuerda siempre acudir a un profesional cualificado para su realización y seguir cuidadosamente las recomendaciones de cuidado posterior para disfrutar de un piercing hermoso y saludable. ¡Anímate a explorar la sutil belleza del piercing Ashley!


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