El tatuaje como una salida laboral

El tatuaje como una salida laboral

En las últimas décadas hemos visto como el arte del tatuaje ha vivido su particular expansión hasta llegar a unos niveles nunca antes conocidos. Y es que, a día de hoy, es prácticamente complicado no cruzarse por la calle con una persona que tenga algún tatuaje. Evidentemente y como ocurre con cualquier otro tipo de arte, para poder dedicarse al mundo del tatuaje hay que valer, y tener un don que bien se adquiere de manera innata o con el paso de los años.

Pero, ¿realmente es el tatuaje una salida laboral? Actualmente la competencia que hay entre tatuadores es voraz. Y es que no es como antaño, cuando era realmente complicado un tatuador de un nivel aceptable y cerca de nuestro domicilio. Ahora, prácticamente en cualquier ciudad encontramos un estudio de tatuajes o alguien que se dedique a ello profesionalmente.

El tatuaje como una salida laboral

Bien, llegados al momento de querer dedicarnos profesionalmente a ser tatuadores, hay que tener en cuenta que no vale con ser dibujante. Y es que debemos de conocer todos los aspectos que rodean al tatuaje. Desde los detalles médicos, químicos hasta los más técnicos relacionados con las propias máquinas de tatuar.

¿Qué hay que estudiar para ser tatuador?

La verdad es que para ser tatuador no hace falta estudiar una carrera o buscarse algún título. Si bien existen seminarios y cursos impartidos por tatuadores muy famosos, no es obligatorio asistir a ellos para poder ponernos tatuar. Eso sí, es obligatorio tener el curso higiénico-sanitario de tatuaje homologado por la Consejería de Sanidad de la comunidad autónoma en la que residas.

El tatuaje como salida laboral

Realmente es el único curso obligatorio al 100% que debemos de realizar para ponernos a tatuar. Ahora bien, si muestras a tus clientes tu experiencia en el mundo del dibujo y que has asistido a charlas de los mejores y consagrados tatuadores, darás un plus de confianza que te servirá para atraer más clientes.

Y en caso de querer montar nuestro propio estudio, la cosa se complica. Necesitaremos de toda una serie de licencias que demuestran que nuestras instalaciones son aptas para desempeñar la tarea de hacer tatuajes. En ello hablaremos extensamente en un artículo específico.


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