Los tatuajes con cenizas de nuestros seres queridos ya son una realidad tangible. La idea nació en un lago de Florida (Estados Unidos) de la mano de Patrick Duffy y su padre. Ambos dirigían un programa de buceo terapéutico para veteranos del ejército estadounidense. Estas dos personas obtuvieron la inspiración para su proyecto al ver la pierna de una mujer con un tatuaje que era un homenaje a su esposo, un militar que falleció en combate.
Tras un proceso de desarrollo de cuatro años junto a un grupo de amigos, nació «Everence». Se trata de un producto que busca profundizar los lazos –de forma física– entre familiares, amigos y demás seres queridos, aunque ya no se encuentren en el mundo terrenal. Everence es un polvo creado a partir de una muestra de ADN, algo tan simple como un cabello de una persona o algo tan extraño como las cenizas resultantes de una cremación pueden ser convertidos en un frasco de Everence.
Posteriormente, el contenido de dicho frasco es usado por el tatuador para mezclarlo con la tinta que seremos tatuado. Es compatible con cualquier tipo de tinta. El resultado final será un tatuaje con cenizas de persona humana para portar en nuestro cuerpo el ADN de otro ser humano fallecido o que siga con vida. La idea de combinar la tinta con el ADN de una persona no es algo nuevo, pero realmente nunca se había llegado hasta este nivel de perfección y «profesionalización».
Como hemos señalado anteriormente, Everence podrá ser usada en cualquier tipo de tinta de tatuar. Tendrá un precio de 650 dólares (550 euros) y por el momento solo estará disponible en Estados Unidos. Y a ti ¿qué te parece esta propuesta tan arriesgada? ¿Te harías un tatuaje con el ADN de otra persona? A priori resulta algo macabro.
Fuente – LNN