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Smaug es uno de los dragones más queridos de la literatura, por eso es un candidato tan bueno a los tatuajes de dragón.
Si quieres conocerlo mejor, en este artículo te lo presentaremos y te daremos unas cuantas ideas para convertirlo en un tatuaje.
¿Quién es Smaug?
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Smaug es un precioso dragón alargado, de color rojo cobrizo, una de las estrellas de El hobbit. Aunque no aparece hasta casi el final, en realidad es la razón por la que Bilbo Bolsón y los trece enanos salen de la Comarca: 150 años antes de la novela, el dragón conquistó el reino enano que se encontraba debajo de la Montaña Solitaria y se quedó con todo su tesoro.
Como un gato que te quita la manta pero no se tapa con ella, Smaug hace la croqueta encima del tesoro sin gastarse un duro. Cuando Bilbo llega, dispuesto a ayudar (a regañadientes) a los enanos a recuperar su tierra y su tesoro, el destino del pobre Smaug da un vuelco… pero no te vamos a destripar nada, si quieres saber el final tendrás que leerte el libro.
¿Cómo puede encajar en un tatuaje?
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Los tatuajes de dragón tienen un montón de opciones distintas en las que puedes inspirarte: desde diseños muy realistas a otros más sencillos, coloridos o en blanco y negro, divertidos o realistas… los dragones dan mucho de sí.
En el caso de Smaug, tienes dos posibilidades distintas: en el primer caso, seguir las delicadas ilustraciones de El Hobbit que hizo el propio Tolkien, que lo muestran como el dragón larguirucho y elegante que comentábamos antes. Por otro lado, puedes optar por un diseño más realista, basado, por ejemplo, en las películas de El hobbit (aunque por desgracia no le hacen nada de justicia al libro). En todo caso, además del color y de su forma, uno de los elementos que más distingue a Smaug es su tesoro, cosa que puedes aprovechar para tu diseño.
¿Llevas tatuajes de dragón? ¿Alguno representa a este antagonista malhumorado y agarrado? ¡Cuéntanos lo que quieras en los comentarios!