Los perros son compañeros fieles del hombre y simboliza, por lo tanto, la fidelidad para la mayoría de las culturas.
Como tótem y como tatuaje trae los valores de su personalidad al que lo lleve con él: generosidad, lealtad, amor incondicional, amistad, sociabilidad.
Simbolismo del perro
Los perros son cazadores; en la mitología griega, el cazador Orión siempre iba acompañado por el perro vigilante Sirio.
También es guardián del rebaño, por eso para el cristianismo simboliza al sacerdote.
En la alquimia, un perro devorado por un lobo simboliza la purificación del oro por el antimonio y el perro en sí, se asocia a Mercurio, ya que éste se fusiona fácilmente con otros metales; por eso es símbolo de los lazos entre seres, la inteligencia, la transición y la transmutación.
Para muchas culturas, el perro era un enlace entre las dimensiones física y psíquica; era el guardián sagrado de otros mundos de los que no guardaba secretos, a diferencia del gato, porque es un comunicador.
También es un guía espiritual y un ser con una intuición tan profunda que capta la llegada de la muerte y las emociones del humano con el que comparte su vida.
Para los celtas representan el heroísmo, el valor, la persistencia, cualidades que emplea en la caza y en la guerra, ya que los entrenaban para la batalla, por lo que también simboliza defensa, protección y sacrificio por el bien del clan.
Los nativos norteamericanos los entrenaban para ayudar en las tareas de la tribu y lo respetaban como símbolo de amistad, comunicación, sabiduría, ayuda, asistencia, protección y fidelidad a la comunidad.
También son símbolo de curación (quizá porque se lamen las heridas para curárselas), por eso para los celtas estaban asociados al dios Nodens (del agua, caza y curación) y al dios Sucellus (de la protección y provisión de alimentos a través de la agricultura)
Como podéis ver, el perro tiene un simbolismo muy profundo para un tatuaje. En el próximo artículo os hablaré de él como guardián del inframundo.