Si te gusta la fotografía seguro que te has planteado algunos tatuajes de fotografías, ya sea en el sentido más literal de la palabra (como un tatuaje de la famosa fotografía Almuerzo en lo alto de un rascacielos, por ejemplo) o, por qué no, del objeto preferido del fotógrafo: la cámara.
En este post veremos cómo sacarle partido a un aparato de lo más fotogénico.
El atractivo de lo vintage
Gracias a redes como Instagram, el postureo y los filtros vintage están a la orden del día. Sin embargo, nada es más reconocible que la imagen granulada de una cámara vintage de verdad. Ya sea porque te apetece recordar tiempos mejores (como cuando fuiste a Peñíscola de vacaciones y te abrasaste el cogote con la correa de la cámara) o porque son tu pasión, lo cierto es que las cámaras antiguas tienen un aire encantador difícil de igualar.
La misma cámara, dos maneras de retratarla
Los tatuajes de fotografía pueden sacar todo el partido de este objeto fetiche, ya sea manteniendo los detalles o jugando con el drama de este tipo de tatuajes.
Si te decantas por un tatuaje con una cámara antigua y quieres destacar su rollo vintage, opta por colores crudos, marrones o plateados (en justa medida…) para evocar los tiempos de antaño. Es especialmente importante que busques a un tatuador especializado en diseños mecánicos, con un alto nivel de detalle, si no quieres que tu Canon se parezca más a una caja de zapatos con un agujero.
En cambio, si lo que quieres es jugar con un diseño con una cámara, sí, pero que se centre más en el drama que puede llegar a transmitir la fotografía, escoge colores como el blanco y el negro, que transmitan un gran contraste.
Y el resto es cosa tuya. ¡Aprovecha tu pasión para sacar todo el partido a los tatuajes de fotografía para que queden espectaculares!