Hubo un momento en el que el famoso escritor francés Victor Hugo se refirió a la música diciendo: «La música expresa lo que no se puede decir y lo que no puede permanecer en silencio». Si esta es una frase acertada para este momento es porque se puede utilizar también para los tatuajes. Ambas artes pueden aunarse en uno sólo cuando nos encontramos ante los tatuajes musicales.
La música es uno de los seis primeros artes. Si bien puede ser considerada como una industria, no faltan las muchas personas para las que es algo más que dinero. No hay más que observar a aquellos jóvenes músicos que dan conciertos por los bares de la ciudad de forma gratuita o con una compensación económica mínima, sólo para demostrar su gusto por la música. O ver a otros grupos, ya no tan jóvenes, que ofrecen entradas gratuitas para conciertos que acaban siendo multitudinarios.
Pero no hay que ser músico para disfrutar de la ella. Un melómano es todo aquel que siente pasión por la música, aunque sea sentado en el sofá de su casa con los cascos enchufados al ordenador.
Pero en Tatuantes ya se ha hablado sobre la generalidad de los tatuajes de música, así que no voy a ser repetitiva. El objetivo del artículo es ofrecer distintas posibilidades para tatuarse la música.
Tatuajes de notas musicales
Son los tatuajes más habituales de este tipo. No hay mucho que explicar sobre ellos, ya que su nombre lo dice todo. Dentro de esta categoría podríamos incluir todos los símbolos musicales individuales: claves de sol, de fa o de do; pentagramas; calderones… Cualquiera vale. Puede que estos tatuajes hayan proliferado a raíz de convertirse en una moda, pero eso no quita que sea un tatuaje perfecto para aquellas personas que quieren demostrar su amor por la música con un tatuaje de dimensiones pequeñas.
Tatuajes de melodías
En este caso se trata de tatuarse la melodía de una canción, una banda sonora o una invención propia. ¿Cuál elegir? Por supuesto, la mejor opción no es tatuarse cualquier canción o melodía únicamente porque, visualmente, la distribución de notas quede bonita. Lo recomendable es tatuarse aquella que sea especial para la persona que se tatúa, ya sea por un recuerdo o por simple gusto por la canción. Y aquellos que saben componer, pueden mostrar su talento en su piel.
Tatuajes de letras de canciones
Este tatuaje de la letra de Amores que matan, de Joaquín Sabina, sirve para ejemplificarlos. Al contrario que en el apartado anterior, en este caso, lo más importante es la letra. En cambio, las recomendaciones para tatuarse la melodía adecuada sí que son las mismas: lo mejor es tatuarse aquella letra que tenga que ver con uno mismo, como la situación personal, una vivencia… o, de nuevo, el gusto por la propia canción.
Otros tatuajes relacionados con la música
En estos tatuajes se mezcla una de las opciones anteriores con otro elemento relacionado con la música (instrumentos, escenarios, compositores…) o bien con un elemento que no tenga nada que ver con el arte. En este último caso, se puede mezclar un elemento musical con otro elemento relacionado con otra pasión o hobby.
Sirva como ejemplo el tatuaje del arbol con notas musicales en lugar de hojas. Lo primero que veo al mirarlo es el amor por la música acompañado del amor por la naturaleza. Otra opción que se me pasa por la cabeza es que la música sea algo natural, algo necesario, como los árboles. Y, si continuara mirando, podría ocurrírseme cualquier otra representación. Como hemos dicho antes, puede que sólo sea un tatuaje que le haya parecido bonito al dueño de la piel. Sin embargo, depende de la persona decidir que la música no es moda.
La música es algo necesario para millones de personas que no se imaginan la inexistencia de la misma. Y, si se me permite incluir otra cita, Friedrich Nietzsche ya lo dijo una vez: «Sin música, la vida sería un error». ¿Se te ocurre alguna otra forma de llevar la música tatuada?