Las cicatrices forman parte de nosotros y cuentan un pedazo de nuestra historia, sin embargo en ocasiones pueden llegar a suponernos un problema estético y/o emocional. Tatuar sobre cicatrices u otras lesiones en principio no tiene por que ser un problema, sin embargo antes de lanzarnos debemos tener en cuenta ciertas cosas.
Conocer estos puntos es de vital importancia. Cualquier profesional (del ámbito que sea) si es bueno, sabrá qué preguntas hacer. Pongamos como ejemplo un médico. Cuando acudimos a la consulta lo primero que hacen es revisar nuestra historia clínica. Nos preguntarán antecedentes patológicos, medicación, alergias etcétera. No obstante, no debemos dejar que todo el deber recaiga sobre el profesional. Es muy fácil pasar la pelota al otro con un «es que no me preguntó», pero la responsabilidad para con nosotros siempre es nuestra.
Tatuar sobre cicatrices
Antes de tatuar cualquier zona donde haya una cicatriz es muy importante ésta esté bien curada. Ya sean por cirugías mayores, menores, quemaduras o por lesiones accidentales, siempre siempre hay que fijarse que esté completamente sanada. Dependiendo del tamaño y profundidad de la lesión puede tardar bastante tiempo, mínimo un año, o puede que incluso más. Transcurrido ese tiempo, si queréis estar seguros podéis fijaros en el color. Si tiene el mismo tono que nuestro color de piel (o muy similar) significa que tenéis luz verde.
Una vez tengáis listo vuestro diseño, debéis tener en cuenta es que algunos colores puede que no penetren igual de bien en la piel debido a la cicatriz. Puede que cueste más obtener el color deseado, así que lo más probable es que se necesiten más sesiones.
Otra cosa a tener en cuenta es el dolor. Por lo general tatuar sobre una cicatriz siempre es más doloroso. Es una lesión, por tanto la zona es más sensible y la piel más fina. Aunque como siempre hay excepciones que confirman la regla. Es más, de hecho y por experiencia personal, el tejido cicatrizal puede dejar durante largo tiempo ciertos puntos insensibilizados.
Tatuar sobre lunares
En principio no hay ningún inconveniente en tatuar sobre lunares, pecas o manchas de sol, aunque siempre hay un «pero» . No se trata de dar una clase de anatomía pero sí es importante que como hemos dicho antes nos informemos.
Las pecas es una acumulación de melanina, eso no es malo, sin embargo con el tiempo podrían acabar convirtiéndose en melanomas. La intención no es meter el miedo a nadie en el cuerpo, el hecho de tatuarse encima de una peca no aumenta el riesgo de cáncer, en ningún caso. Las probabilidades de padecer un cáncer de piel dependen de otros factores que nada tienen que ver con los tatuajes. ¿Dónde queda pues ese «pero»?
Los dermatólogos para detectar lesiones malignas usan la regla de ABCDE que significa que observan la asimetría, bordes, color, diámetro y evolución. Básicamente el problema de tatuarse sobre lunares es que puede dificultar las exploraciones futuras. Los lunares que jamás y bajo ninguna circunstancia hay que tatuarse son aquellos que sean abultados. Lo mismo con varices y queloides.
Aquí tenéis un pequeño esquema de lo comentado:
SÍ se pueden tatuar:
- Pecas
- Marcas de nacimiento
- Cicatrices por lesiones accidentales
- Cicatrices debidas al acné
- Quemaduras
- Arañas vasculares
- Estrías
- Despigmentación o decoloración de la piel
- Cicatrices quirúrgicas
NO se deben tatuar JAMÁS:
- Queloides (tejido cicatrizal abultado)
- Lunares abultados
- Varices
Esperamos que éste articulo os haya solventado las dudas que pudierais tener acerca de los tatuajes en cicatrices y otras lesiones. Si tenéis dudas, antes de hacer nada dejaros aconsejar por un especialista o comentadlo con vuestro tatuador, son quienes mejor os podrán asesorar.