Y llegó el verano. Sí, esta frase “llega tarde”, sin embargo, una vez más, retomamos un debate sobre los tatuajes propio de esta época estival. Estoy segurísimo de que la gran mayoría de tatuadores están cansados de tener que responder a las mismas preguntas en esta época del año. ¿Cuánto tiempo tengo que esperar para bañarme después de tatuarme? ¿Puedo tomar el sol? ¿Puedo tatuarme si me marcho de viaje en unos días? Y un largo etc… Tatuarse en verano no es tan problemático como parece a priori.
Personalmente he dedicado unos cuantos artículos a hablar sobre diferentes cuestiones relacionadas con el hecho de tatuarse en verano. ¿Lo recomiendo? Pues depende de varios factores. ¿Me he tatuado alguna vez en verano? Sí, en bastantes ocasiones. Es más, personalmente prefiero la época comprendida entre finales de la primavera y comienzos del verano debido a que la temperatura es idónea y no vestimos tantas capas de ropa.
Hacerse un tatuaje en pleno mes de agosto no es más arriesgado que hacerlo en diciembre siempre y cuando cumplas varias reglas. Si vas a hacerte un tatuaje en verano debes tener en cuenta que, si el tattoo es de un tamaño medio o grande durante una semana y media tendrás que decir adiós a bañarte en el mar o piscina. Si el tatuaje es una pequeña palabra o simbolito del tamaño de una uña, con un par de días será suficiente.
Ahora bien, a pesar de que podamos ya disfrutar de un baño, si vamos a estar expuestos al sol es muy recomendable que, durante las primeras semanas tapemos el tatuaje. Y pasados unos días, lo más recomendable es utilizar una crema solar de elevado factor de protección para proteger la piel de la zona y al propio tatuaje. Así el proceso de curación se completará sin problemas y nuestro tattoo lucirá como nuevo durante unos cuantos años.