Los hechos así lo atestiguan y es que los tatuajes han pasado de ser algo minoritario y mal visto en la sociedad, a convertirse en algo totalmente popular y social. Lo que podía parecer algo extraño hasta hace unos años, a día de hoy es algo habitual. Los datos así lo dicen y afirman y es que se piensa que uno de cada tres personas jóvenes de entre 20 y 40 años, llevan un tatuaje.
Se trata de un auténtico fenómeno a nivel mundial que ha llamado la atención del mundo de la psicología. Según los psicólogos, hay una serie de características y rasgos de tipo psicológicos que hay que estudiar en relación con los tatuajes. Dichos rasgos pueden ser comunes en aquellas personas que llevan un tatuaje en su cuerpo.
Qué características psicológicas tienen las personas con tatuajes
Hay una serie de rasgos o características de tipo psicológicas que se suelen dar en aquellas personas, que deciden dar el paso a la hora de hacerse un tatuaje. Acto seguido te hablamos de tales rasgos de una manera detallada:
Extraversión
Hay un primer rasgo de carácter psicológico que se suele ser común en muchas personas tatuadas. Suelen ser personas extrovertidas que buscan entornos ricos en estímulos y bastante complejos. El hacerse un tatuaje no es para nada una tontería y la extraversión es un elemento a tener en cuenta a la hora dar dicho paso. La introversión es la característica contraria a la citada extroversión. Una persona introvertida lo pasa mal ante los estímulos externos que no conoce.
Una persona extrovertida es capaz sin ningún tipo de problema de hacerse un tatuaje, ya sea por ir a la moda o por algún motivo en particular. El tener un tatuaje en su cuerpo hace que se sientan bien consigo mismos. No ocurre lo mismo con una persona que sea introvertida, ya que le cuesta dar tal paso.
Abierto a nuevas experiencias
Las personas que deciden llevar un tatuaje en su piel, son personas a las que les encanta probar cosas nuevas y tener nuevas experiencias. Dichas personas se sienten de una manera feliz al poder hacerse un tatuaje y poder lucirlo. Se trata de algo nuevo en sus vidas y ello les provoca una gran excitación en todos los sentidos.
Son personas que necesitan probar cosas nuevas de una manera continua para sentirse bien con ellas mismas. El experimentar cosas nuevas es algo común en sus vidas y lo hacen de una manera habitual. Por el contrario, una persona monótona es raro que decida el hacerse un tatuaje.
Destacar frente a los demás
No todas las personas que se hacen un tatuaje tienen el mismo motivo para ello. Muchas aseguran que el diseño les atrae mientras que otras buscan un significado en particular. Sin embargo es verdad que la gran mayoría de personas que deciden plasmar en su piel un determinado diseño lo hacen por destacar frente a la sociedad y demás personas.
El hecho de dar el paso para hacerse un tatuaje tiene la función de elaborar una determinada personalidad que se diferencie de las demás. A partir de ello, el tatuaje puede significar un dato o evento importante en la persona o simplemente el querer llevar en su piel un determinado diseño.
Es verdad que cada persona es totalmente diferente a otra y tendrá unas características de tipo psicológicas que le lleven a hacerse un tatuaje. Lo que sí es verdad es que en la gran mayoría de las personas tatuadas, suelen coincidir una serie de rasgos que pueden ayudar a definir la propia personalidad de la persona en cuestión.
Como has podido ver, las personas con tatuajes suelen ser extrovertidas y sociables, abiertas a nuevas experiencias y con un fin que no es otro que el de poder destacar frente al resto. Lo que sí queda claro, es que hay una cierta relación entre el ámbito de la psicología y el fascinante mundo de los tatuajes.