Decidirse por un tatuaje es a veces complicado, pero por diversas razones podemos cambiar de opinión y llegar a querer tapar un antiguo tatuaje con un nuevo diseño. El cover up es precisamente un tatuaje que lo que hace es cubrir otro tatuaje antiguo que queda oculto debajo gracias al nuevo diseño. Aunque hoy en día existe la posibilidad de borrar el tatuaje con tecnología láser, lo cierto es que la gran mayoría de la gente sigue decidiéndose por el cover up.
Vamos a ver por qué elegir el hacerse un cover up y cómo hacerlo. Hay que saber elegir bien en dónde hacerse el tatuaje y también cómo escoger bien el diseño para no tener que hacer otro cover sobre el que vamos a hacer. Hay que tener en cuenta que los cover up hacen que el tatuaje abarque más espacio, por lo que otro cover up puede ser algo complicado.
Por qué hacer un cover up
Un cover up es un nuevo diseño que tapa por completo el tatuaje anterior que teníamos. Puede haber distintas razones para querer cubrir un tatuaje. Una de las más habituales es que el diseño anterior ha dejado de gustarnos. En su momento pudo parecernos una buena idea o ser una moda pasajera. También puede ser que nos hayamos hecho un tatuaje relacionado con alguna persona que ya no está en nuestra vida y por ello es un recuerdo que deseamos borrar. Otra razón puede residir en el hecho de que el tatuaje ha envejecido mal y el diseño ya no es tan bonito, por lo que podemos retocarlo o cubrirlo.
Para evitar tener que hacernos un cover up podemos tener en cuenta varias cosas. Antes de hacernos un tatuaje debemos pensarlo bien, pues tiene que ser algo que nos guste para toda la vida. Si tiene un importante significado es una buena idea. No se deben hacer tatuajes con nombres si se refieren a relaciones amorosas, pues estas pueden no durar toda la vida y nos encontraremos con un tatuaje que ya no queremos llevar. Otro consejo es que vayamos a un buen tatuador para que el tatuaje envejezca bien. En todo caso, siempre podemos realizar un retoque si lo que le pasa es que pierde nitidez.
Cómo hacer un cover up
Este tipo de tatuajes, si hemos decidido hacerlos, se pueden hacer teniendo en cuenta distintas cosas. La tinta negra es la más difícil de tapar, puesto que no hay ningún color que pueda destacar encima de ella. Si tenemos un tatuaje con esta tinta, solamente podremos añadir negro sobre él en esas partes y utilizar otros tonos en las zonas que no tengamos tatuadas.
Si es un tatuaje muy grande también debemos plantearnos si preferimos borrarlo y modificarlo o bien hacer el cover up. Esto tatuajes que cubren suelen ocupar dos o tres veces la superficie del que ya tenemos, por lo que lo ideal es cubrir solamente tatuajes pequeños o medianos, para que el diseño no sea excesivo.
En estos cover up se suelen elegir tatuajes que tienen colores sólidos y bien definidos, con líneas marcadas, ya que así es como mejor se pueden cubrir esas zonas con el tatuaje anterior. En los cover no se suelen usar los tatuajes con tonos difuminados como los que imitan la acuarela o los que realizan el puntillismo.
Elegir el tatuador
Antes de intentar realizar un diseño de un cover up debemos preguntar sobre el tatuador, ya que hay algunos que están especializados en estos cover. Es importante que sepan cómo realizar el nuevo diseño para que sea algo que nos guste y se adapte a nuestro estilo y no todos los tatuadores son capaces de hacerlo. Es por eso que debemos buscar un tatuador especializado en este tipo de diseños. Antes de lanzarnos a cubrirlo tenemos que estudiar las posibilidades y varios posibles diseños, lo que nos dará una idea del partido que le podemos sacar a este tipo de cover up. Habrá diseños que serán mejores que otros para ocultar los antiguos tatuajes.