Los tatuajes de triángulos pequeños y grandes tienen una buena dosis de misterio. Esta figura geométrica esconde un gran número de leyendas y curiosidades.
En este artículo veremos cuál fue la invención de esta figura y, además, como sacarles todo el partido a los tatuajes de triángulos pequeños. ¡Sigue leyendo para saber más!
El origen del triángulo
Aunque nadie sabe a ciencia cierta cuál es el origen del triángulo, hay diferentes pruebas en el mundo que nos dan pistas sobre quién pudo ser. Por ejemplo, una pista gigantesca y conocidísima son las pirámides de Egipto. Su forma inequívocamente triangular demuestra que los antiguos egipcios ya conocían esta forma geométrica. Y eso que no ha llegado ningún documento matemático de aquel entonces hasta nuestros días.
Otro de los descubridores del triángulo fue Euclides, a quien se considera el padre de la geometría. Se cree que este sabio griego estudió en la academia de Platón y que, hacia el año 300 aC sumó los ángulos de un triángulo.
¿Cómo sacarles partido a los tatuajes de triángulos pequeños?
Ahora que ya hemos hablado del origen de esta figura geométrica tan curiosa, pasaremos a hablar sobre cómo sacarles partido a los tatuajes de triángulos pequeños. No te dejes engañar por su diseño sencillo y discreto, ya que tienen mucha miga.
Por ejemplo, una de las cosas que puedes tener en cuenta es dónde vas a tatuártelo. Lugares como la muñeca, los dedos, el cuello, el tobillo… son ideales por lo estrechos que son, con lo que serán un marco ideal para que tu tatuaje no se pierda. Además, aunque es muy común optar por un diseño en blanco y negro, no olvides que otros colores pueden quedar muy bien, especialmente si son llamativos.
Los tatuajes de triángulos pequeños se basan en una de las figuras geométricas con más historia. Dinos, ¿llevas algún tatuaje parecido? ¿Dónde te lo hiciste? ¿Qué diseño escogiste? ¡Cuéntanos en un comentario!