El número ocho en números romanos
Terminando con los artículos dedicados al significado de los números en un tatuaje, hoy le toca el turno al ocho y al nueve, los últimos pero no los menos interesantes.
Significado del ocho
Es el número de la buena suerte para los chinos (a diferencia del número cuatro); es muy importante para el Budismo ya que simboliza la rueda del Dharma y es el número de los pétalos de la flor de loto. Para los cabalistas simboliza el carisma y es el tiempo que dura la celebración del Hanukah. Para algunos simbolistas también significa la abundancia.
Puedes tatuártelo como las dos serpientes entrelazadas del caduceo ya que suele representarse de ese modo puesto que el ocho simboliza las dos fuerzas antagónicas enfrentadas (en ese sentido se me parece con el yin y el yang) el eterno movimiento cósmico, la regeneración, el infinito.
No sé yo si el ocho será por la rueda del Dharma…
Según la numerología, los ocho son el jefe tipo: ambiciosos, sin escrúpulos, con ansias de poder, hábiles en la dirección, exigentes consigo mismos y con los demás y carentes de instintos humanitarios.
Significado del nueve
Este número me fascina, lo digo sinceramente. También le debía fascinar a Tolkien porque es el número clave del Señor de los Anillos. Para los cabalistas es símbolo de creación, base y éxito. Es el triple de tres, por lo que se le atribuye la multiplicación poderosa de todas las características de ese número.
Muy interesante en las matemáticas
Me parece muy curioso en las matemáticas: la raíz digital de un número es la suma de sus cifras hasta que sólo quede un número. O sea, que si sumas, por ejemplo, 1986, su número digital es 6. Bien, el resultado siempre será el mismo aunque le quites el 9: 186 suma 6. Otra cosa, si multiplicas nueve con cualquier número y sumas el resultado, siempre saldrá nueve al final.
En numerología el nueve es el signo artístico, humanitario, emotivo y sentimental. Generoso, amigable y desinteresado, aunque sus defectos principales son la necesidad de afecto, atención y la dispersión mental típica de los creativos.
El nueve mola. Y el dos, claro.