Los pendientes en la oreja para hombre son de todo tipo: de oro, de plata, de platino, de cuerno, aros, joyitas, enormes, pequeños… Y pueden ponerse en un montón de sitios diferentes de la oreja: en el lóbulo, en el cartílago, en el tragus…
En este artículo veremos cómo podemos sacarles partido a partir de su aspecto y de su lugar.
Los sitios donde pueden colgarse
La oreja, este lugar tan pequeñito, en realidad tiene mil y un recovecos y lugares de donde colgar los pendientes. Eso sí, algunos lugares piden piezas más pequeñas (como el tragus o la parte interior de la oreja), mientras que otras aceptan todo tipo de medidas (como el lóbulo o el cartílago de la parte superior de la oreja, aunque sin pasarse).
Sin embargo, el lugar más clásico y emblemático para colocarse un pendiente es el lóbulo. Ya sea con una única pieza situada en el centro, con una ristra de pendientes que vayan enfilando la oreja o incluso con un túnel o tapón, esta zona carnosa del oído da mucho juego… además de ser una de las menos dolorosas donde tatuarse.
Para gustos, ¡pendientes!
Los modelos de pendientes con los que puedes decorarte las orejas también son muchísimos. Para los más coquetos, un aro de oro o una pieza con una joya engarzada puede quedar muy bien y muy discreto. Para los más atrevido, pendientes de mayor tamaño pueden quedar de maravilla, aunque cuidado con pasarte o el efecto puede ser algo hortera…
Además, los pendientes en la oreja para hombre no solo puedes ser de metal, sino que puedes escoger otros muchos materiales. Por ejemplo, el plástico o el hueso, con lo que le darás a tu oreja un toque diferente.
Dinos si llevas pendientes en la oreja para hombre y cómo son, ¡déjanos un comentario!