Para muchos la posibilidad de los tatuajes semipermanentes es algo muy tentador. La posibilidad de llevar una pieza que seria como un tatuaje de verdad pero sin ser permanente es ideal si no estamos seguros del diseño, por ejemplo.
Pero, ¿son estas opciones una solución verdadera o solo son un timo para atraer a incautos? Lo veremos a continuación.
Lo que prometen…
Los tatuajes semipermanentes parten de una serie de promesas. Son piezas que prometen durar seis meses, un año o incluso dos o cinco. La explicación “científica” de la gente que hace estos tatuajes es que la tinta se queda en la capa más superficial de la piel (la piel tiene tres capas y los tatuajes de verdad se introducen en la segunda) y que se diluirá por ella misma con el tiempo, con lo que el diseño se borrará poco a poco hasta que no quede ni rastro.
El proceso que prometen es muy similar al de un tatuaje de toda la vida, con agujas, tinta (en algunos casos diluida) y dolor.
… y lo que pasa de verdad
Como puedes imaginarte, si el proceso implica lo mismo que el de un tatuaje de verdad es que hay algo que no encaja. Lo cierto es que es imposible conseguir que la tinta se quede en la capa más superficial de la piel y en muchos casos penetra hasta la segunda, con lo que con el tiempo tendrás un tatuaje que se borra, sí, pero no del todo. En un par de años, el tatuaje semipermanente se habrá convertido en un borrón permanente que solo se puede eliminar con láser.
En definitiva, que a la hora de hacernos un tatuaje tenemos dos opciones: los temporales (henna, calcomanías y demás) y los permanentes de toda la vida. No hay término medio.
Esperamos que el tema de los tatuajes semipermanentes te haya interesado y aclarado algunas dudas. ¡Dinos lo que piensas en los comentarios!
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